La selección chilena de fútbol vive un momento crítico tras confirmar su eliminación del Mundial 2026, un hecho que resalta la urgencia de un cambio estructural en el equipo. Con el objetivo del próximo Mundial 2030 en la mira, se espera que las nuevas Clasificatorias comiencen en abril o junio de 2027, lo que deja a la Roja con un período de espera prolongado para desarrollar un nuevo proceso futbolístico.
La eliminación de la Roja se ha convertido en un tema candente. Después de la derrota 1-0 ante Bolivia, la selección chilena se encuentra fuera del próximo Mundial, que tendrá lugar en Estados Unidos, México y Canadá. "A la Roja no le queda otra pensar que en la Copa del Mundo que se jugará en Argentina, Paraguay y Uruguay, además de España, Portugal y Marruecos", afirmaron los expertos. La última participación de Chile en un Mundial fue en Brasil 2014, lo que marca una ausencia de 16 años si se considera la próxima cita mundialista.
Desde la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) se reconoce la necesidad de una "reestructuración total" del equipo. Muchos apuntan a que los jóvenes futbolistas deben asumir un rol protagónico de inmediato para preparar al equipo para el Mundial del centenario. La situación actual del fútbol chileno ha llevado a varios analistas a pedir un replanteamiento en la dirección y la planificación deportiva.
Otro aspecto crucial a considerar es el cambio en la dirección técnica. Tras la reciente derrota, Ricardo Gareca dejó su puesto como seleccionador, dejando a la ANFP ante la urgente necesidad de nombrar a un nuevo entrenador que pueda guiar a la selección hacia el futuro.
Mientras se preparan para un nuevo proceso, las Clasificatorias actuales finalizarán en septiembre de este año, momento en el que la Conmebol comenzará a delinear el formato del próximo ciclo. Sin embargo, las selecciones anfitrionas, Argentina, Uruguay y Paraguay, no serán parte de esta competencia, lo que plantea interrogantes sobre cómo se estructurarán los partidos.
Desde Asunción, se sugiere que se podría volver a un formato de eliminatorias grupales, un sistema que ha sido efectivo en el pasado. Esto podría dar pie a un proceso más dinámico y competitivo, más acorde a las necesidades actuales del fútbol sudamericano.
La comunidad futbolística, que sigue con atención la evolución del equipo, está expectante ante las decisiones que tome la ANFP. Con la presión de los fanáticos y un mediático contexto internacional, la búsqueda de nuevos talentos será crucial. Las próximas decisiones influirán no solo la próxima generación de futbolistas, sino también el futuro del fútbol chileno a nivel internacional.