Santiago Wanderers atraviesa un momento clave en su planificación para la temporada 2026 en la Primera B, luego de una campaña decepcionante que los mantuvo fuera de la carrera por el ascenso y dejó en evidencia la urgencia de un recambio en su plantel.
La noticia más relevante surgió con la tentativa de regreso de dos históricos formados en el club, Óscar Opazo y Eugenio Mena, quienes expresaron su disposición a enfundarse nuevamente la camiseta verde para ayudar al Decano a volver a la élite del fútbol chileno.
Óscar Opazo y Eugenio Mena, ambos con amplia experiencia en la Primera División y en la selección chilena, manifestaron oficialmente su interés por regresar a Valparaíso y aportar en la campaña del próximo año. Los dos jugadores, actualmente en Colo Colo y Universidad Católica respectivamente, venían siendo parte de clubes protagonistas en la máxima categoría y terminarán contrato a finales de 2025, lo que allanaba el camino para una eventual incorporación.
En el caso de Opazo, su vínculo con el Cacique termina a fin de año, colocándolo como agente libre de cara a 2026, mientras que Mena todavía negocia una posible renovación con los cruzados, aunque su situación contractual genera incertidumbre. Ambos, identificados con la cantera wanderina, buscaban cerrar un ciclo regresando a casa y ofreciendo su experiencia para luchar por el retorno a la división de honor.
Pese a las intenciones de Opazo y Mena, la directiva de Santiago Wanderers optó por rechazar la idea de reincorporarlos, argumentando que el criterio principal en la construcción del nuevo plantel estará basado en la búsqueda de un cambio generacional y en priorizar perfiles más jóvenes. El club porteño informó que tanto Opazo como Mena se ubican fuera del rango de edad que consideran adecuado para el proceso de renovación y apuntan su mirada hacia futbolistas que puedan sostener la proyección deportiva a mediano plazo.
Fuentes cercanas a la dirigencia, citadas por medios como ADN Deportes, confirmaron que ambas figuras fueron "descartadas" justamente por la necesidad de imprimir un aire fresco al equipo, apostando por nuevos talentos y dejando atrás el ciclo de históricos que si bien ofrecieron regresar, ya no entran en los planes institucionales por razones estrictamente deportivas y de planificación de futuro.
La eliminación temprana en la Liguilla de Ascenso y la consiguiente permanencia en la Primera B consolidaron la idea en Wanderers de que el 2026 debe marcar un punto de inflexión, donde los esfuerzos estarán enfocados en armar un grupo con hambre de gloria y menor promedio de edad.
El nuevo técnico, Francisco Palladino, liderará este proceso de renovación. Su objetivo es formar un equipo competitivo que devuelva la esperanza a Valparaíso y permita construir una base sólida para el mediano plazo. Según lo que se desprende de la política del club, la apuesta será por jugadores jóvenes, concentrándose en dinamismo y proyección, y dejando atrás la era de nombres consagrados, aunque identificados con la institución.
Así, Santiago Wanderers deja claro que el futuro inmediato se enfocará en la construcción de un plantel revitalizado, aun si ello significa cerrar la puerta a viejas glorias dispuestas a regresar al puerto.