La última fecha del torneo chileno dejó una huella indeleble en el cierre de temporada para Coquimbo Unido y Unión Española, marcada por celebraciones, emociones encontradas y fuertes repercusiones tras el descenso.
Coquimbo Unido celebró su campeonato de Primera División 2025 con una contundente victoria 4-2 sobre Unión Española en el Estadio Francisco Sánchez Rumoroso, sin embargo, el festejo estuvo bajo observación por irregularidades registradas en el informe arbitral de Claudio Díaz. El árbitro consignó retrasos en el inicio del partido, además del ingreso al campo de menores y personas no autorizadas, en desacato al protocolo oficial. Esta tónica se repitió tras el pitazo final con la presencia en la cancha de jugadores vestidos de civil y más menores de edad sin autorización.
En paralelo, la jornada estuvo marcada por otra infracción relevante: En el partido disputado en Rancagua entre O’Higgins y Everton, la barra local lanzó fuegos artificiales a los 41 y 84 minutos, situación que también terminó documentada por el cuerpo arbitral. O’Higgins, al igual que Coquimbo, fue reportado por el ingreso de personas ajenas y menores a la cancha tras el encuentro, algo que las Ligas Profesionales ya habían prohibido.
El golpe emotivo de la jornada vino de la mano del portero Diego Sánchez, una de las figuras más queridas de Coquimbo Unido. En el minuto 45, "Mono" convirtió un penal -sancionado tras falta sobre Nicolás Johansen- y su festejo estuvo cargado de simbolismo. El arquero, identificado con Unión Española desde siempre, prefirió celebrar abrazándose con Esteban González, el DT aurinegro, quien no ocultó sus lágrimas ante el gesto de reconocimiento del futbolista.
Este gol, catalogado como "triste" por el entorno, fue especial: Sánchez anotó contra el club de sus amores, equipo que acaba de descender a Primera B. La situación del arquero para la campaña 2026 sigue en suspenso: Sánchez, de 38 años, aspira a renovar con Coquimbo exigiendo el doble de su actual salario de 9 mil dólares mensuales. Las negociaciones se mantienen abiertas y podrían resolverse antes de fin de año.
La derrota ante O’Higgins y la caída de categoría impactaron de lleno al club de Independencia, que se enfrenta a su segundo descenso histórico. El golpe no es solo futbolístico: la institución sufrirá una reducción de ingresos cercana al 80% de los derechos televisivos por su paso a Primera B, afectando sus finanzas de forma directa.
Como primera medida visible, la dirigencia optó por ajustes presupuestarios inmediatos para el último partido del campeonato:
Mientras Coquimbo Unido celebró, aunque en medio de observaciones reglamentarias, Unión Española vivió con crudeza las consecuencias inmediatas de un descenso que va mucho más allá de lo deportivo.