El fútbol chileno enfrenta una posible crisis financiera debido a una millonaria demanda perdida por la ANFP con Warner. La entidad que regula el fútbol nacional debe saldar una deuda de 34 mil millones de pesos, resultante de la no transmisión de varios partidos durante el Estallido Social y la pandemia, y está buscando distintas formas de conseguir los recursos necesarios.
La ANFP, liderada por Pablo Milad, ha propuesto dos estrategias para afrontar la deuda. La primera es aumentar la cantidad de partidos anuales, lo que podría incluir el regreso a torneos cortos con playoffs. La segunda consiste en pagar la deuda en cuotas, lo que impactaría directamente en los ingresos de los clubes de Primera División y Primera B.
Este plan implica un descuento mensual de los ingresos televisivos que cada equipo recibe, ya que dichos ingresos son su principal fuente de financiamiento. El recorte se distribuiría proporcionalmente en base a lo que cada club recibe de TNT Sports, con un periodo de implementación que se extendería por ocho temporadas, comenzando en 2026.
Los principales afectados por esta propuesta serían los clubes más grandes del país: Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica, quienes perciben la mayor parte de los ingresos televisivos. El desglose de las pérdidas sería el siguiente:
En contraste, el resto de los equipos de la Primera División sufriría un recorte total de 2.700 millones de pesos, mientras que los del Torneo de Ascenso tendrían una pérdida de 1.100 millones. Estos montos se redistribuirían dependiendo de los movimientos de ascensos y descensos en las categorías.
La propuesta presentada por la ANFP ahora deberá ser aprobada por el Consejo de Presidentes. En Quilín, consideran que esta medida es esencial para mantener la liquidez operativa de los clubes y evitar un deterioro financiero mayor, especialmente tras el fallo judicial que obligó a la ANFP a hacer frente a la deuda con Warner.