El Sevilla mostró una de sus versiones más sólidas en La Liga al imponerse con claridad 4-0 ante el Real Oviedo en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, acelerando su ascenso en la tabla y reavivando la conexión entre Alexis Sánchez y la afición andaluza. Tras una racha negativa de tres partidos sin conocer la victoria, el equipo dirigido por Matías Almeyda recuperó la confianza gracias a una actuación colectiva impecable, donde el delantero chileno fue ovacionado al ser reemplazado luego de un destacado partido.
Desde el primer minuto, Sevilla se mostró dominante, abriendo el marcador a los 4’ con un gol del nigeriano Akor Adams, figura emergente del club, quien además participó activamente en la construcción de los siguientes tantos y se despidió momentáneamente del torneo para sumarse a la Copa Africana de Naciones. Los goles de Djibril Sow, Batista Mendy y Chidera Ejuke redondearon la goleada y dieron respiro al equipo, que escala hasta la octava posición con 20 puntos, aspirando a los codiciados puestos europeos.
Alexis Sánchez fue titular, desempeñándose como segunda punta y mostrando compromiso en tareas ofensivas y defensivas. Aunque no marcó en la goleada, participó en la gestación del primer gol y aportó su experiencia durante los 76 minutos que jugó. La hinchada reconoció su entrega y lo despidió con una calurosa ovación al salir sustituido por Chidera Ejuke. Medios locales destacaron su aportación y lo calificaron con una nota cercana al notable, subrayando que, aunque aún no alcanza su mejor forma física, su presencia es indiscutible en un equipo que demanda carácter y corazón.
El chileno venía recuperándose de una lesión y este partido fue clave no solo para el ánimo del plantel sino también para fortalecer su relación con la grada. En un club que requiere referentes, la figura de Alexis se consolida como un eje de liderazgo y esfuerzo constante, destacaron medios deportivos tras el triunfo.
En contraste, el Oviedo profundizó su crisis y quedó más complicado en la zona de descenso con apenas 10 unidades. El equipo dirigido por Luis Carrión sigue sin levantar cabeza, acumulando nueve partidos sin victorias y seis fechas consecutivas sin anotar, factores que aumentan la presión sobre el entrenador. En la primera parte, el conjunto asturiano apenas inquietó el arco rival y ni las revisiones del VAR lograron modificar un trámite dominado por los sevillanos.
El partido también dejó varias sustituciones clave, entre ellas el ingreso de Manu Bueno por Djibril Sow y la aparición en ataque de Ejuke, quien redondeó la tarde con el cuarto gol. La expulsión de David Carmo por doble amarilla generó aún más complicaciones para el Oviedo en los minutos finales.
Tras el revitalizante triunfo, el Sevilla se encuentra a pocas unidades de las posiciones europeas y deberá enfrentar una prueba exigente en la próxima fecha: visitará al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, un reto mayúsculo antes del parón navideño. Las sensaciones positivas tras este triunfo permiten al plantel mirar con optimismo la siguiente etapa del campeonato, mientras esperan la reincorporación de futbolistas que viajarán a disputar la Copa Africana.