Villarreal asesta un golpe letal al Girona y fortalece su sueño europeo en la recta final de la liga.

Villarreal se afianza en la zona alta tras vencer al Girona, que se acerca peligrosamente a la relegación después de una nueva derrota en casa.

El Villarreal logró una victoria crucial ante el Girona con un gol de Etta Eyong en el minuto 89, consolidando su posición en la zona de Champions, mientras el equipo local se hunde en la tabla, situado a seis puntos del descenso.

Un partido decisivo para ambos equipos

En Montilivi, el Girona no pudo mantener la racha positiva tras romper once partidos sin ganar. El conjunto catalán cayó nuevamente, esta vez frente a un Villarreal que mostró una gran contundencia ofensiva, evidenciada por la constante presión sobre la portería defendida por Gazzaniga. El gol de Etta Eyong llegó justo antes del tiempo de descuento, dándole al Villarreal tres puntos vitales en su lucha por asegurar la quinta posición de la liga.

Con este resultado, el Villarreal se posiciona firmemente en la quinta plaza de la tabla liguera, lo que le asegura acceso a la Champions League. Por el contrario, el Girona se hunde en la clasificación, ocupando el decimoquinto lugar con 38 puntos, apenas a seis del descenso, y con solo nueve unidades en juego. Esta derrota también reafirma la mala suerte del Girona frente al Villarreal, que ha conseguido vencer en todas sus visitas a Montilivi.

Condiciones adversas y un Girona buscando opciones

El encuentro comenzó con un ambiente inusual, ya que Míchel, el entrenador del Girona, se encontraba hospitalizado por problemas de salud, lo que dejó a su equipo sin una dirección clara en el campo. La afición mostró su apoyo con pancartas como "T’esperem, míster", dejando claro el compromiso hacia su técnico.

A pesar de la situación, ambos equipos tenían objetivos diferentes. El Girona necesitaba urgentemente los tres puntos para asegurar su continuidad en la primera división, mientras que el Villarreal buscaba consolidar su posición en la tabla. El equipo local repitió el mismo once que había logrado su primera victoria en tres meses contra el Mallorca, pero esta vez no lograron mantener el impulso.

El partido empezó con un ritmo alto, y aunque ambos equipos mostraban intención de jugar, el Villarreal demostraría ser más efectivo en la generación de oportunidades. Los jugadores del Girona intentaban controlar el juego con pases horizontales, pero se mostraban ineficaces frente a la sólida defensa del Villarreal.

La primera mitad se caracterizó por el dominio del Villarreal, que disparó en 14 ocasiones, mientras que el Girona apenas logró cinco remates. Gazzaniga se convirtió en el héroe local al realizar una espectacular doble parada, evitando el gol de Ayoze, que pudo haber cambiado el rumbo del partido.

A medida que avanzaba el juego, el Girona logró generar algo más de peligro. Stuani tuvo una oportunidad que Pau Navarro bloqueó, pero el Villarreal continuó creando situaciones de peligro. A pesar de esto, los jugadores del Girona no pudieron concretar sus llegadas, lo que resultó en una impaciencia creciente entre sus aficionados.

Con el tiempo casi agotado y en un momento clave para el equipo local, el Villarreal capitalizó un error defensivo, marcando el único gol del partido. Etta Eyong, completamente solo dentro del área pequeña, remató de cabeza tras un córner. Este gol dejó a los seguidores del Girona consternados y muchos comenzaron a abandonar el estadio, resignados ante la derrota.

La situación del Girona se torna crítica, con la presión de los equipos de la parte baja de la tabla incrementando conforme se acerca el final de la temporada. Para el Villarreal, en cambio, la victoria fortalece sus aspiraciones europeas, reafirmando su estatus como un fuerte competidor en la liga.